La botella, que mantiene el característico color verde de la marca, presenta un diseño renovado y, en relieve, a la estrella de la Navidad. Este símbolo fue precisamente lo que inspiró la denominación Stella Artois, ya que stella significa estrella en latín y Artois era el nombre de la cervecería donde la bebida fue creada.
Todo comenzó en 1366, en un pequeño pueblo llamado Louven, en Bélgica, donde se producía una cerveza de gran calidad, en un lugar llamado “Den Hoorn” (El Cuerno). Años más tarde, “Den Hoorn” fue rebautizado con el apellido de su más grande maestro cervecero, Sebastián Artois, quien adquirió la fábrica como legado para sus hijos.
Con el paso del tiempo, y como resultado de una intensa búsqueda de una cerveza de calidad suprema, Cervecería Artois presentó orgullosamente su mejor producto: Stella Artois, que actualmente es la cerveza belga más vendida en el mundo.
La edición especial de Navidad de Stella Artois se encuentra disponible en las grandes superficies.