Bajo el lema “Hay cambios que hacen la diferencia”, correspondiente a la campaña nacional 2017 de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, te proponemos algunas recomendaciones:
- Consumir alimentos saludables: por lo menos cinco porciones de frutas y verduras al día y evitar las grasas saturadas de los alimentos procesados -estos también contienen niveles elevados de sal-.
- Permanecer activo: unos 30 minutos diarios o 150 minutos semanales de actividad física moderada pueden ayudar a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Decirle NO al tabaco: el riesgo de enfermedad coronaria se reducirá a la mitad en el año siguiente y volverá a un nivel normal con el tiempo.
- Ambiente libre de humo de tabaco: procurar espacios 100 % libres de humo.
- Mantener un peso saludable: la pérdida de peso, especialmente si se acompaña con una baja de la ingesta de sal, llevará a disminuir la presión arterial. La hipertensión arterial es el factor de riesgo número uno para el accidente cerebrovascular y un factor importante para aproximadamente la mitad de todas las enfermedades del corazón.
- Conocer tus números: será necesario visitar a un profesional de la salud para que pueda medir tu presión arterial, así como los niveles de colesterol y glucosa, junto con la medida de circunferencia de cintura, cadera y el Índice de Masa Corporal (IMC). Una vez que conozcas tu riesgo general, un médico podrá indicarte un plan de acción específico para mejorar tu salud.
- Limitar la ingesta de alcohol: el consumo excesivo puede producir elevación de la presión arterial y aumento de peso.
- Ejercicio en los lugares de trabajo: incluir la actividad física en tu agenda de trabajo al ir caminando o en bicicleta, y bajarte del ómnibus o del auto al menos tres cuadras antes e ir aumentando las distancias. También es muy útil optar por las escaleras y dar un paseo durante el descanso para almorzar.
- Elegir alimentos saludables en el trabajo: por ejemplo, puedes ingerir comida saludable al llevarte viandas elaboradas en tu propio hogar.
- Momentos libres de estrés: si bien no se ha demostrado que el estrés sea un factor de riesgo directo para la enfermedad cardíaca, sí está relacionado con el acto de fumar, beber alcohol en exceso y la alimentación insalubre -todos estos son factores de riesgo cardiovascular-.
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